Bueno, ya que entendimos la importancia de cambiar las llantas, ahora vamos a detallar algunos de los casos más comunes que pueden estar diciéndote: ¡oye, es momento de un reemplazo!
Desgaste en la banda de rodadura
¿Cómo saber cuánto tiempo de vida útil le queda a una llanta? Generalmente, se recomienda cambiarlas cuando la profundidad de la banda de rodadura llega a unos 2/32″, es decir, la distancia entre el fondo de la ranura y la parte superior de la goma. Sin embargo, si tus neumáticos sufren un desgaste acelerado debido a las condiciones climáticas, lo mejor es sustituirlos antes de alcanzar ese límite. Marcas reconocidas como llantas Michelin ofrecen indicadores de desgaste que facilitan identificar cuándo es momento de renovarlas para mantener la seguridad al conducir.
Grietas en llantas
Los factores externos influyen bastante en el desgaste de los neumáticos. Elementos como las partículas del camino y las temperaturas extremas deterioran el caucho con el tiempo, provocando la aparición de grietas inevitables. Aunque las llantas cuentan con compuestos químicos que retrasan el envejecimiento, esta protección no es eterna.
Las grietas suelen ser superficiales y se detectan en los laterales o en la base de las ranuras. Si observas que aparecen y al presionar notas que la zona cede con facilidad, es una señal clara de que necesitas un cambio inmediato. Conducir con frecuencia ayuda a mantener la elasticidad del caucho, pero un inflado incorrecto (ya sea por exceso o por falta de presión) puede acelerar la aparición de grietas. Por eso, es fundamental revisar periódicamente que la presión de tus llantas sea la adecuada.
Chipote en la llanta
Un bulto o chipote en la superficie de la llanta es un aviso de un daño severo y significa que necesitas reemplazarla de inmediato. Estas burbujas se producen por un fallo en el revestimiento interno del neumático, generalmente ocasionado por golpes fuertes, conocidos como “banquetazos”, u otros impactos.
Si esto ocurre, no olvides conservar tu ticket de compra, ya que si tus llantas son nuevas, podrías reclamar la garantía y evitar un gasto innecesario.
Vibración
En algunos casos, después de cambiar o rotar las llantas, el auto puede presentar vibraciones, lo cual puede ser normal si recientemente se hizo una alineación o balanceo. Pero si no es tu caso, nunca debes ignorar estas vibraciones, ya que pueden derivar en problemas más serios como desgaste prematuro en la suspensión, daños en llantas en buen estado o incluso fatiga física al conducir sin importar la velocidad.
Edad y temporada
Lo primero que debes tener en cuenta es que las llantas no deben usarse por más de cinco años, ya que con el tiempo el caucho pierde elasticidad, se endurece y deja de cumplir su función de forma segura.
Por motivos de seguridad, siempre revisa la antigüedad de tus neumáticos. A medida que envejecen, existe el riesgo de que la banda de rodadura se desprenda del resto de la llanta, lo que afecta directamente la tracción.
La exposición prolongada al calor, la forma en la que guardas el vehículo y el tipo de uso que le das también influyen en la calidad y vida útil de las llantas. Guardar tu auto en un garaje techado ayuda a protegerlas de los efectos del clima.
Es importante recordar que no todos los neumáticos están fabricados para recorrer la misma cantidad de kilómetros. Sin embargo, realizar rotaciones periódicas contribuye a alargar su vida al garantizar un desgaste más uniforme en la banda de rodadura.
Incluso si tus llantas se ven en buen estado y mantienen un buen agarre, es fundamental contar con los modelos adecuados para cada temporada. En muchos casos, esto significa tener dos juegos de neumáticos: uno diseñado para el calor y otro que ofrezca mayor seguridad y rendimiento durante la temporada de lluvias.